Escribo hoy en relación a un artículo aparecido en el diario 20 Minutos sobre los cuidadores familiares y las dificultades que se encuentran y cómo les afecta esta situación en su vida.
Angustia, tristeza, estrés... la enfermedad de sus dependientes puede acarrear serios problemas de salud a sus cuidadores.
Creo que muchos de esos problemas pueden venir de lo que nos cuesta asimiliar la enfermedad de nuestros mayores, a veces es difícil asumir que nuestros mayores ya no puedan realizar actividades que hasta hace poco sí podían, el asumir que las personas que queremos ya no son como nosotros recordamos es un reto muy difícil.
Hace unos días fui a cuidar a un paciente que se va olvidando de personas y cosas que antes conocía y hacía. Si para el cuidador profesional es difícil ver como se van ovidando de actividades que antes hacían, para los cuidadores familiares la angustia es peor.
Las residencias para estos enfermos son escasas y en algunos casos caras para las familias y, aunque cuenten con ayudas externas, éstas no son suficientes para la atención que necesitan esos pacientes.
Cita de una persona que cuida a un familiar:
"LO PEOR ES VER EL DECLIVE DE LA PERSONA A LA QUE QUIERES".
Perfil del cuidador:
Hija o nuera del enfermo con más de 50 años de edad.
El 20% llega a desarrollar el "síndrome del cuidador quemado".
Si puede servir de algo, considero que en estos casos deberían repartirse las horas de cuidado al paciente, para que el cuidador familiar que esté más tiempo en contacto con el familiar dependiente se pueda evadir un poco del problema, puesto que nunca puede ni debe soportar el peso de la enfermedad una sola persona.
enlace: http://www.20minutos.es/noticia/362811/0/